11.12.08


barça-madrid
casi todas mis neuronas y mi patinaje sobre suelo se centran en este partido. si se trata de perder con un míchel salgado infartado o con un drenthe rapero está claro que prefiero un gol desde el medio del campo, aunque sea un gol fantasma. ése es el espíritu. a lo grande, perder o ganar, por qué no recuperan a spasic de algún gimnasio perdido del este de europa, el inigualable pichichi del autogol. eso sí sería un golpe de efecto. o fichan al holograma de valderrama, mi jugador favorito. al final todo se decidirá por un saque de banda, un bote neutral, el pitido equívoco del silbato de un forofo, una jugada de estrategia planificada para esos instantes fugaces en que coinciden dos pelotas en el campo. (suspiro -caigo en la cuenta de que suspiro por todo )