No hay una única definición de blanco
El centrifugado de la lavadora me recuerda a los Butthole Surfers, los echo de menos y acabo de descubrir que esa nostalgia puedo combatirla con dosis homeopáticas de electrodoméstica. También me gusta así sin mezclar ese simple sonido ensimismado como banda sonora, con tan sólo un poco de ruido de fondo, una guitarra que se nos olvida mientras sigue prendida, enchufada a un amplificador. Imagino Lost In Translation, el graffiti de Kevin Shields de murmullos blancos. Echo de menos a Sparklehorse y me compré un chaleco de leopardo, porque no encontré una con piel de pony (sintética; no seré yo quien mate a un pony). Algunas veces hasta un pony puede deprimirse: cuánto echo de menos a Silver Jews. Eran subterráneos, aunque iluminados, y decidieron quedarse ahí y no salir, secuestrados quizá por el Síndrome de Estocolmo. También en esas profundidades parece que Elliott Smith paseaba como si se tratase de la Quinta Avenida de Nueva York. En las notas de su doble disco póstumo New Moon, escritas por sus amigos que le echan de menos, entre otras confesiones muy substanciales cuentan que solía volver de los conciertos caminando por las vías del metro a su casa. Solo, aunque acompañado por todas esas sombras y luces artificiales. Hasta echo de menos a Urge Overkill, esa banda rara de dandis que se hizo famosa por la canción de la película de Tarantino, esa versión de Neil Diamond, pero yo era un verdadero fan desde Saturation. Su música podría definirse como lo mejor de Kiss (o sea, muy poco: más bien lo que querría haber hecho Kiss y nunca pudo) más la capacidad melódica brutal de The Beatles o incluso The Kinks. Todo esto no en alta fidelidad sino en pequeñas dosis y evidentemente no siempre en la cima del mundo porque si no serían una estrellas del firmamento (bueno, eso nunca se sabe a ciencia cierta). Y echo de menos a Melvins, siempre ha sido mi grupo favorito de música negra (son blancos aunque Buzz Osborne -en la foto- tiene pelo afro y ante todo su música es realmente oscura). Su disco Houdini, lo tenía en casete, antes de tanta mudanza, y lo escuchaba todo el rato. No es fácil de explicar por qué me gustan tanto, realmente es algo que me sugieren que tiene que ver con una especia que no consigo descifrar. Es raro que yo hable de cosas que echo de menos, porque sin duda lo que más echo de menos es el futuro, siempre.